martes, 8 de febrero de 2011

Aquí empieza todo... o no.



Pues nada, que voy a escribir un blog.

Todo empieza hace cuatro años y todo empieza estas navidades, cuando al volver de viaje en el coche tengo un pequeño momento de clarividencia y felicidad al entrever en qué consiste educar a los hijos. Resulta que Martín comenzó el curso aparentemente bien, pero un día en la reunión informativa a los padres vi su tortuga colgada con las de sus compañeros en la pared y se me cayó el mundo encima. Ni siquiera se parecía al resto de las veintisiete tortugas, que, mejor o peor, estaban coloreadas, tenían los papeles pegados en los lugares correspondientes y transmitían cierta dedicación. Ésta era de otra especie.

Me ahorro la explicación detallada de todas las teorías que se dispararon en mi cabeza y resumo diciendo que abarcan casi todo el espectro desde la psicosis infantil hasta la negligencia paterna suma en sus formas más perversas. En fin, que de una manera o de otra lo que estaba claro es que algo estaba mal en el niño o en sus padres.

Nos reunimos con su profesora, hablamos con amigos y padres más veteranos que nos tranquilizaron, y decidimos dedicar un tiempo con él a hacer pequeñas tareas con cuidado. Al principio costó un poco, luego menos, y en navidades era él quien pedía las fichas que nos había dado la profe para las vacaciones y las rellenaba con cuidado y, sobre todo, con ilusión.

Así de fácil, y para mí así de difícil. Me considero un padre dedicado, comparto mucho tiempo con ellos, tengo una reducción laboral que me permite hacerlo. Siempre he sabido que quería hacerlo así, pero hasta ahora no lo he entendido, no he entendido que lo fundamental es estar ahí, pensar en ellos para intentar entender a qué se están enfrentando y dedicarles tiempo, apoyo. He tendido a ver las dificultades como signos de que algo estaba mal en ellos o en la forma en la que estábamos haciendo las cosas nosotros, con lo que he vivido moderadamente atrapado entre el miedo y la culpa, pero esto no ayuda nada.

La primera razón por la que me he decidido a escribir este blog es dedicar un tiempo a pensar en la educación de mis hijos. En general pienso poco, soy así, qué le vamos a hacer. Me ayuda a pensar mi mujer, pero a veces no me dejo. El caso es que uno tiende a lo que tiende, y yo quiero disfrutar de esto, hacerlo de una manera consciente y no dejándome llevar, como suelo, así que de vez en cuando me sentaré a dedicarme y dedicarles  un tiempo.

El segundo motivo es conservar en la memoria algunas de esas cosas de mis hijos y de nuestra relación con ellos que se nos olvidan, que se pierden, y que cuando ocasionalmente recordamos nos proporcionan momentos de intensa felicidad. La misma felicidad que siento al salir después de un mal día en el trabajo y, al meter las manos en los bolsillos, encontrar un gormiti.

5 comentarios:

  1. Me encanta la idea Nachito. Creo que todos dedicamos mucho tiempo a decidir a qué colegio les queremos llevar, a qué actividades extraescolares hay que apuntarles, qué deporte sería el mejor para ellos... pero no debemos olvidar lo más importante, que es intentar entender cómo son, qué dificultades tienen para enfrentarse a sus tareas y qué les hace felices. Esto, que suena muy bien, es muy, muy complicado en esta vida moderna que llevamos todos. Nacho debería publicar la foto con la tortuga que ha rehecho Martín estas navidades. Nos pone un poco de luz al final del túnel. Con dedicación y comprensión los niños dan pasos de gigante. Esto es una carrera de fondo. Que ojalá durara toda la vida. Carolina.

    ResponderEliminar
  2. Qué majos sois, amigos. Y cuánto quiero a Martinete.
    Lo que yo encuentro por cada rincón de mi casa son globos. Y, no importa lo que esté haciendo, siempre tengo al lado mío a un enano que va diciendo: "iii" (gris), "ojoooooooooo" afuuuuuuuu", "aveee" (verde), y mostrándome el globo correspondiente.
    Arantxa

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué bueno! Me encanta, Nacho. Ánimo con ello porque mantener vivo un blog es complicado. Me parece que has elegido el mejor tema. Que sepas que te lo voy a publicitar todo lo que pueda.
    Juande

    ResponderEliminar
  4. Me parece muy interesante el punto de partida. Aun no tenemos niños, y aunque estamos deseando que nos llege el momento, no deja de asustar la responsabilidad que supone. De todos modos siempre he pensado como tu, que lo importante como prinicipio es dedicarles atencion. Suerte en la tarea y animo con el blog. Bea.

    ResponderEliminar
  5. Hola Nacho, me parece una idea genial y me hubiera gustado tener, en su momento ese apoyo para preguntar, opinar y darme cuenta q realmente los problemas son similares y q la solución siempre supone el pago de un interés, cuanta mas la dilates mas alto el interés.

    ResponderEliminar